Editorial:
Grijalbo.
Nº
de páginas: 327 págs.
Encuadernación:
Tapa blanda con solapas.
A
la venta en Chile: Si.
La
lectura de este libro fue posible gracias a Penguin Random House.
Sinopsis:
Un
enfoque revolucionario sobre cómo educar. En Escuelas creativas, Ken
Robinson desarrolla las ideas de su famosa charla TED “Cómo la
escuela mata la creatividad” y presenta soluciones innovadoras y
revolucionarias para uno de los problemas más relevantes de nuestra
sociedad: cómo transformar un sistema educativo que no funciona.
En
una época en que los procesos de evaluación se estandarizan, las
escuelas pasan por momentos difíciles y tanto estudiantes como
educadores sufren una presión enorme, Robinson ofrece soluciones
prácticas para terminar con el caduco sistema educativo actual
heredado de la Revolución Industrial. Para lograrlo, propone darle a
la educación un enfoque personalizado. Sugiere aprovechar el
potencial de los recursos tecnológicos y profesionales disponibles y
fomentar así la participación de los estudiantes para que pierdan
el miedo a equivocarse, desarrollen la creatividad y su pasión por
aprender, y estén mejor preparados para afrontar los retos que les
depare el futuro.
Repleto
de casos, anécdotas, investigaciones y consejos de profesionales
pioneros en el tema, Escuela creativas apasionará a cualquier
interesado en la enseñanza, porque le hará replantearse muchas
ideas preconcebidas y le ayudará a reflexionar sobre cuál es
realmente el verdadero sentido de la educación en el siglo XXI.
Reseña y comentarios:
La lectura de este libro me ha hecho reflexionar incluso sobre el
hecho mismo de haberlo obtenido, haciendo que me preguntase: cómo mi
curiosidad fue incentivada -en los años de aprendizaje que llevo- de
forma tal que quisiera consultar a la editorial si podían
facilitarme un ejemplar que no estaba dentro de la lista de los
libros que se deseaba publicitar? Qué hubo en mi aprendizaje que me
lleva a buscar información en libros cada vez que deseo comprender
mejor lo que sucede a mi alrededor? Por qué a los jóvenes, quienes
hoy son mis alumnos, les cuesta usar la tecnología en sus manos para
llenarse de conocimiento sobre cualquier cosa que les llame la
atención? Cómo con todos los avances en redes sociales no tenemos a
más jóvenes despiertos y creativos imaginando cuanto ellos
quisieran hacer? Aunque no me gusta que las situaciones se
categoricen en polos extremos, puedo ya en los primeros capítulos de
este libros coincidir en que el sistema educativo es gran responsable
de la falta de creatividad de tanto los alumnos como de los padres en
quienes generaciones anteriores se convirtieron.
Ken
en este libro aborda de forma ordenada diversas variables que se
vieron afectadas por la revolución industrial a la hora de instaurar
y llevar a cabo el sistema de educación actual. Un sistema que hace
sentir tonto al alumno que no entendió al mismo ritmo la materia que
le cuesta comprender un poco más, o en el que deben pasar de
pensamiento lógico en matemáticas a inferir en lenguaje –algo que
incluso pasa algunos nos tomó en la universidad su tiempo para
hacerlo cada ver mejor y en menos tiempo-, agregándole jornadas
interminables que dejan tanto a profesores y alumnos sin tiempo para
tener una vida plena fuera de los estudios, falta de buenas pagas y
condiciones que motiven al profesor a entregar con buena disposición
todo de si a sus estudiantes; es así como podemos seguir sumando
situaciones.
En
mi caso esta lectura ha sido un aporte a mantener en alto la bandera
de construir la asignatura en conjunto a los alumnos, en tener una
convivencia cercana, alegre y no por eso falta el respeto en el aula,
que los jóvenes se acostumbren a opinar sobre cualquier estímulo
que se les presente, a que el profesor rompa el esquema de lo que
creen una clase y transformarla en un ambiente lúdico para plasmar
un concepto, en otra instancia analizar un corto animado o partes de
una película que aunque parezcan “de niños” son claros ejemplos
sobre un tema específico, entregarles la responsabilidad de
organizar una actividad de la clase con un objetivo claro; y siempre
premiar el uso de la curiosidad, la iniciativa y la creatividad en
cualquier momento aunque sea una salida inesperada a alguna actividad
(verás cómo te sorprenderán cada semana).
Escuelas
creativas te incentivará a hacer las cosas diferentes, a colocarles
más emoción para llegar a tus alumnos y a seguir siempre creyendo
en que pueden lograr más, para convencerlos a sí mismos de que está
en sus manos mejorar sus vidas ante cualquier adversidad.
Puntuación:
5 de 5 estrellas fugaces.
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